Jamin es un chico que se ha pasado toda la vida atemorizado. Al problema de la humillación y los malos tratos físicos propinados por su padre, se le une el del alcoholismo que padece su madre. A los 17 años los tribunales deciden concederle la custodia a su madre, pero ya es tarde y Jamin no podrá nunca borrar la figura amenazante de su padre. Los recuerdos y las constantes visiones de su padre maltratándolo, acaban volviéndole loco. Cuando todo parecía que podía solucionarse, su padre se presenta inesperadamente por la noche, como si se tratara de otra visión, es entonces cuando Jamin cree que su misión en la vida, es acabar con todos los que le han hecho daño, empezando por su padre.