Unas semanas antes de casarse, Álex tiene una breve pero intensa relación con Susanna, una adolescente que vive bajo la tutela de una mujer que la explota. Los manejos de Álex y sus pequeños desfalcos a la empresa para la que trabaja le llevan a la cárcel. Al poco tiempo de salir, se traslada con su mujer Muntsa, quien está embarazada, a un pueblo de la costa. La boda de un amigo le lleva a su antiguo barrio en Barcelona y todo conduce a un reencuentro con Susanna, ahora a punto de casarse con Said, un carnicero marroquí del barrio. Sin poder evitarlo, Álex y Susanna reinician sus relaciones, ahora más furiosas y peligrosas que nunca, espoleadas por el miedo y el sentimiento de culpa.