Los descendientes de Drácula dejan en testamento la propiedad del famoso conde transilvano a Mina, biznieta de Jonathan Harker. Pero eso no era lo planeado por el conde Drácula, que pensaba para continuar su legado en su biznieto Jonathan Drácula, quien se encuentra conviviendo con estudiosos de la “vida alegre” y escribiendo su tesis "Semántica del vampirismo dentro de la articulación fantasmática del azar". Jonathan y Mina coinciden en Transilavania en la lectura del testamento. Allí descubren que el castillo es lo único que le falta al biznieto de Van Helsing para adueñarse de toda la región. El viejo servidor del conde, Renfield, escapa de su presidio para cumplir los planes de su amo.