Antonio es el prototipo de joven urbano individualista y mujeriego que vive su vida sin tener claro lo que quiere. Se gana la vida como camarero en la cafeteria del Senado y baila esporádicamente para turistas y depredadoras de sensaciones. Desea triunfar como "bailaor". Su vida cambia cuando conoce a Lucía, una mujer distinta, con la que descubre algo nuevo... el compromiso que supone el verdadero amor. Lucía es una atipica joven gitana que estudia restauración artistica y ayuda en la tienda de antigüedades de su padre. Respeta lo mejor de sus tradiciones , la familia y la virginidad hasta el matrimonio, pero anhela vivir su propia vida. Está doblemente marginada: por ser mujer y gitana; pero no se resigna. Quiere decidir su destino y está convencida de que su futuro está con Antonio.