Desde que murió su hermana, Laci cuida de sus sobrinos y de Richard, su cuñado, a quien ama en secreto. Pero Richard ha decidido casarse otra vez y Laci, que no puede soportar la idea de separarse de él, urde un plan para evitar que se celebre la boda. La bondad y nobleza de la bella novia dificultan la consecución de su fin, sobre todo cuando éste le pide que sea su dama de honor, hecho que termina desestabilizando completamente a Laci.